Cuando se inicia una intervención en el estilo de vida, es muy importante conocer cuáles serán nuestros marcadores de éxito para poder valorar nuestro progreso.
Entre los marcadores de éxito se encuentran:
- Bienestar mental: la intervención ha ayudado a que conozca qué es lo que mi cuerpo necesita y gracias a ello sé tomar decisiones conscientes, lo que me permite disfrutar ampliamente.
- Bienestar físico: la percepción de la salud ha cambiado y, en consecuencia, me siento vital, me cuesta menos esfuerzo subir escaleras, andar, hacer deporte etc.
- Composición corporal: las mediciones me ayudan a monitorizar mi progreso, entiendo dichas mediciones como un marcador de salud y en ningún caso como una meta ya que me siento a gusto conmigo mismo.
Los marcadores de composición corporal ayudan a conocer mejor los cambios que suceden en nuestro cuerpo durante una intervención nutricional o plan de ejercicio físico, pero, en ningún caso son el objetivo principal de dicha intervención, sino que son consecuencia de un estado de salud óptimo. Las mediciones sirven como incentivo en el camino hacia el cambio y suponen un ejercicio de auto-aceptación de la imagen corporal, base indispensable en el cambio de hábitos.
Para muchas personas, resulta inevitable tener una fijación por el peso. La verdad es que el peso, nos da una idea lejos de lo que verdaderamente es nuestra composición corporal.
Se puede reducir el peso corporal a expensas de músculo o grasa. Dependiendo de la dieta que estemos llevando y la cantidad de ejercicio físico que hagamos, perderemos más de un compartimento que de otro. Por lo tanto, si no se realiza un ejercicio físico adecuado y no se ingiere lo que nuestro cuerpo demanda, no todo el peso que perdamos será grasa sino que parte será musculo e incluso agua.
Además, el músculo ocupa menos que la grasa, pero sin embargo pesa más. Esto significa que, tras una intervención nutricional y plan de ejercicio físico bien realizados, puede ocurrir que pesando lo mismo al inicio que al final, las circunferencias corporales sean menores.
Ponemos el ejemplo de una persona con obesidad y un culturista. Ambos pesan lo mismo, sin embargo, la composición corporal es muy diferente.
Por todo ello, una herramienta muy adecuada para monitorizar el cambio, es la toma de imágenes corporales en posición anatómica de cara, espaldas y lateralmente, siempre tomadas en las mismas condiciones (día, hora, lugar e iluminación y ropa interior).
Por otro lado, es muy empleada la toma de mediciones, para la cual es necesaria una cinta métrica de modista, ya que estas son flexibles y permiten una medición más exacta del contorno de nuestro cuerpo. Es muy importante que las mediciones siempre se realicen en las mismas condiciones (día de la semana y hora) y se procuren tomar de la misma manera y en posición anatómica.
Suele ser recomendable tener en cuenta referencias de nuestra piel como marcas, lunares o pecas. Las mediciones más significativas para valorar el estado de salud son la circunferencia de la cintura (zona más estrecha del tronco) y circunferencia de la cadera (línea por encima del pubis y sobre la parte más elevada del glúteo).